28 de abril del 2014.
Una página en mi letra.
Una tinta que no recordaba haber escrito.
Pero ahí estaba. Como si esperara.
“Ante todo, da gracias y muestra gratitud al Universo por tu elección de vos mismo. Luego, date cuenta de que fue esa elección de vos la que vino antes de todo lo demás.“
No recuerdo quién era el que escribió eso.
Pero sé que algo en él ya sabía.
No el amor aprendido.
No el amor de los espejos.
Sino uno más callado, más profundo.
Uno que elige antes de que uno sepa que está eligiendo.
Y a veces me cuesta.
Todavía hay días en que no me elijo.
En que me traiciono. Me postergo. Me olvido.
Todavía hay días en que me pierdo en lo que debería…
Pero entonces vuelvo.
Vuelvo a esa frase.
Vuelvo a esa página.
Y me recuerdo:
Fue el amor el que me eligió antes de que yo supiera cómo elegirme.
Todo lo demás viene después.
Si algo en esto te habló, quizás también te hable esto otro:
una colección de fragmentos que todavía no sabían que eran poema.
(pero lo eran)